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La vida y la muerte, es lo que tienen: una se encuentra de golpe con la cabeza más entera que nunca en años, con su popularidad restaurada, con una legión de fans que la adoran… y va, y se muere. Ese es el caso de Carrie Fisher. Un caso que se vuelve aún más irónico con las declaraciones del director Colin Trevorrow y de Kathleen Kennedy, la mandamás de Star Wars, acerca de sus planes para Fisher en el Episodio IX de la saga galáctica.
De acuerdo con Trevorrow, la ausencia de Carrie Fisher en el filme es un problema que habrá que resolver, puesto que Leia Organa iba a ser “un personaje principal, y eso no es ningún secreto”. El fallecimiento de la actriz, prosigue, obligó a descartar buena parte del guión. Asimismo, Trevorrow explica que Star Wars: Episodio IX será una despedida respetuosa para la princesa de Alderaan y su intérprete.
“Creo que nosotros mismos estamos limitando nuestras opciones, porque sólo estamos dispuestos a hacer ciertas cosas”, comenta el cineasta. Por lo pronto, Lucasfilm ya ha asegurado que Fisher no será ‘resucitada’ digitalmente como Peter Cushing en Rogue One: Una historia de Star Wars. Trevorrow promete que la despedida de Leia tendrá lugar “con amor, con respeto y con toda el alma que Carrie se merece”.
Si bien las palabras de Colin Trevorrow apuntan al futuro, las de Kathleen Kennedy se refieren al pasado… y son, también, las más divertidas. La productora explica que, tras el rodaje de Star Wars: Los últimos Jedi, Fisher la pilló por banda y le explicó unas cuantas cosas. “Me dijo: ‘Será mejor que yo sea la prota del Episodio IX, porque Harrison [Ford] lo fue en El despertar de la Fuerza, y Mark [Hamill] lo es en Los últimos Jedi”. “Pensaba que el Episodio IX sería su película”, prosigue Kennedy. “Y lo hubiera sido”.
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