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Antes de que viera la luz Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza, la actriz Carrie Fisher no tenía precisamente una buena opinión de la película que protagonizó. La rebelde princesa Leia en la ficción, pensaba que actuaba en una película con un "guión tonto" y en la que se sentía bastante ridícula.
Son las primeras revelaciones del libro de la escritora Julie Klam, The Stars in our Eyes, a las que ha tenido acceso HeatStreet. En las páginas de esta obra su autora realiza varias entrevistas a Fisher y otros protagonistas de la saga, ninguno de los cuales guardaba una buena impresión inicial sobre Star Wars. No por nada Harrison Ford y sir Alec Guinness presionaron a George Lucas para que matarán a sus personajes, aunque afortunadamente sólo uno lo logró.
Pero en el caso de Fisher, la actriz al menos se mostraba resignada con su suerte. Mientras sus compañeros deseaban la muerte antes que seguir leyendo "líneas banales", como las definían, Fisher se burlaba de la película cuando hablaba con sus íntimos. El actor Griffin Dunne llegó a felicitarla por conseguir ese trabajo, a lo que ella le contestó que esperará "a leer el guión, es tan tonto".
La actriz que inmortalizó a la princesa Leia no concebía "actuar frente a un peludo de dos metros, sosteniendo estás pistolas de rayos y sin estar ni siquiera en un set". Tampoco le agradaba el título de la película que la haría famosa. Está claro que en aquella época pocos podían entender el proyecto visionario que preparaba George Lucas, pero a ella no le convencían ni las pantallas para el croma.
Sin embargo, y por fortuna, terminó la película e incluso fue al estreno con el propio Griffin Dune, quien tras visionar el Episodio IV supo al instante que la vida de Carrie Fisher, y la del resto del reparto, iba a cambiar para siempre.