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Hace más de medio siglo los parajes españoles eran escenario habitual de grandes producciones de Hollywood, como el 'Lawrence de Arabia' de David Lean que simuló su ataque al poblado jordano de Aqaba en una playa almeriense o el Madrid que sirvió a Samuel Bronston para '55 días en Pekín'.
El anuncio de que Ridley Scott ha elegido Almería para el rodaje, a partir de septiembre, de su próxima película acerca de la vida del bíblico Moisés, 'Exodus', ha hecho resonar en esas tierras los ecos de otros tiempos y ha levantado una gran expectación por el revulsivo que puede suponer para la economía local.
La productora ha organizado varios casting este mismo mes para seleccionar el reparto y la figuración de la película, que probablemente contará con Christian Bale en el papel de Moisés, y también busca artesanos para construir los decorados.
"En este momento de crisis del cine español, los rodajes internacionales son un nicho importante para el mantenimiento de la industria", ha dicho Carlos Rosado, presidente de la Spain Film Commission (SFC), creada en 2001 precisamente para atraer a España a los productores internacionales y facilitarles la labor.
Rosado, que acompañó al director de 'Blade Runner' en la búsqueda de localizaciones por Andalucía el pasado mayo, ha recibido con alegría la confirmación de que Scott volverá a rodar en España, donde hace años ya filmó escenas para 'El reino de los cielos' (2005) y '1492, la conquista del paraíso' (1992).
No obstante, asegura, aún queda mucho trabajo por hacer para que España gane competitividad, ahora que muchos productores prefieren Túnez, Marruecos o países de Europa del Este para sus exteriores.
Lo más urgente, en su opinión, que las administraciones ofrezcan incentivos fiscales a esos proyectos, tal y como hacen la mayoría de los países de Europa y Estados Unidos.
No se trataría de subvenciones, explica, sino de devolver un porcentaje de los impuestos pagados una vez que se ha invertido en el proyecto, y con la condición de buscar un socio nacional, de modo que se promovería también la reactivación de la industria española.
La noticia sobre el rodaje de 'Exodus' ha coincidido con el registro en el Congreso de los Diputados de una proposición no de ley en la que el PP insta al Gobierno a fomentar los rodajes internacionales en España "por su impacto dinamizador de la economía española".
Estudios que maneja el Instituto de Cinematografía y Artes Visuales (ICAA) cifran ese impacto directo en cinco euros por cada euro invertido.
Turismo cinematográfico
En noviembre próximo está previsto que se celebre en Málaga una conferencia internacional sobre turismo cinematográfico que sentará en la misma mesa a representantes de ambos sectores con el fin de idear propuestas que sirvan tanto para impulsar el turismo como para promocionar las localizaciones.
Andalucía, donde se han rodado escenas de títulos como 'Doctor Zhivago' (1965), 'Indiana Jones y la última cruzada' (1989), 'La muerte tenía un precio' (1965) o 'Star Wars. El ataque de los clones'(2002), presentará este mismo año 'La Gran Ruta del Cine' para facilitar las visitas.
Si el mismo David Lean nos hizo creer que la granadina Sierra Nevada estaba en Siberia en 'Doctor Zhigavo', Steven Spielberg reconstruyó en la misma provincia, en Guadix, el mercado turco de Iskenderun en la tercera entrega de Indiana Jones.
Pero no sólo el sur atrajo a Hollwood. Ridley Scott eligió los montes segovianos de Valsaín para ubicar escenas de 'El reino de los cielos' muchos años después de que Stanley Kramer localizara en ellos la lucha de los españoles frente a las tropas napoleónicas en 'Orgullo y pasión', y Anthony Mann se paseó por Burgos, Cuenca y Castellón para filmar 'El Cid'.
En los últimos años, los grandes rodajes no han sido tan habituales, con excepciones como 'Noche y Día' (2010), que llevó a Tom Cruise y Cameron Díaz a Sevilla o 'El ultimátum de Bourne' (2007), aunque en este caso se rodaron escenas contadas en Madrid.
Según la SCF, sólo el 20% de los proyectos que barajan trasladar a España sus escenarios llegan a materializarse, algo que podría cambiar con mejores incentivos fiscales, dicen desde el sector, y una normativa estatal armonizada.