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Steven Spielberg comenzó contando cómo contrató a Katheleen Kennedy como ayudante a finales de los setenta. En vez de hacer de apuntar idas de otros, empezó a aportar las suyas y pronto se convirtió en un eje de la producción. Después llegó Frank Marshall y los tres juntos dieron vida a En busca del arca perdida (1981). A partir de ahí, “seguimos haciendo películas los tres hasta que un día entré en mi oficina y me los encontré enrollándose en mi sofá”. Kennedy y Marshall fueron este domingo el primer matrimonio en recibir el premio Irving G. Thalberg, el reconocimiento de la Academia de Cine a productores creativos que han dejado un legado extraordinario en la industria del cine.

La pareja de productores fue la estrella de la noche de los Governors Awards, los premios honoríficos que dan los gobernadores de la Academia al margen de los Oscar. Este domingo, en un cena en el salón de la azotea del teatro Dolby, en Hollywood, se celebró la décima ceremonia específica que se celebra para estos premios. Allí se reunió “el club de la gente famosa en el que hacemos como si nos gustáramos y hubiéramos visto el trabajo de los demás”, en palabras de Tom Hanks al principio de la noche. La broma vino a resumir un ambiente lleno de famosos en el que estaba todo el que aspira a algo este año en Hollywood, desde Alfonso Cuarón hasta Lady

Kennedy es la primera en recibir este premio que no se da todos los años. La estatuilla lleva el nombre del legendario productor de MGM en los años dorados de la industria y se ha dado en 39 ocasiones. La última vez, fue para Francis Ford Coppola, en 2010. “Estoy muy orgullosa de recibir este premio”, dijo Kennedy. “Pero no soy la primera mujer que lo merece y estoy segura al 100% de que no seré la última”.

Cuando Kennedy, Marshall y Spielberg fundaron Amblin en 1981 lo hicieron “con el objetivo de contar historias de esperanza y de superación de las dificultades”. Desde entonces, Kennedy ha estado nominada al Oscar a la mejor película ocho veces, la última por Lincoln. Marshall lo ha estado cinco veces. Como dijo Matt Damon: “Las películas de Bourne son para algunos la cumbre de mi carrera y no creo que estén entre las 10 mejores de Frank, o las 20 mejores de Kathleen”.

Entre los currículums de Kennedy y Marshall salen: En busca del arca perdida, Poltergeist, ET el extraterrestre, Indiana Jones y el templo maldito, Gremlins, Los Goonies, Regreso al futuro, El secreto de la pirámide, El color púrpura, El chip prodigioso, Esta casa es una ruina, El imperio del sol, ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, Regreso al futuro II, Indiana Jones y la última cruzada. Eso, solo entre 1981 y 1989. Su legado es el del gran cine comercial de los ochenta. “Historias que recuerdan que lo popular y lo poderoso pueden ir juntos”, dijo Spielberg.

Kennedy es hoy la mujer más poderosa de Hollywood. Es presidenta de Lucasfilm y responsable del relanzamiento de la saga Star Wars. En la cena estuvo sentada entre su primer jefe, Spielberg, y el actual, Bob Iger, CEO de Disney. Al lado, Harrison Ford. La noche pareció una especie de “reunión increíble”, en palabras de Kennedy, de gente que ha trabajado en películas de Spielberg. Sobre todo porque los Oscar honoríficos premiaron también a Marvin Levy, el publicista que ha trabajado en todas las películas de Spielberg desde Encuentros en la tercera fase. La Academia ha tenido tres presidentes que venían de la rama del márketing, pero Levy es el primer profesional de este ramo en recibir un Oscar honorífico.

Los otros dos Oscars honoríficos de la noche fueron para el compositor argentino Lalo Schifrin y la actriz Cicely Tyson. Schifrin es una leyenda de Hollywood al que la industria le debe la banda sonora de Misión imposible, La leyenda del indomable o Harry el sucio. Schifrin, de 86 años, recibió su Oscar de manos de Clint Eastwood, de 88, y los dos protagonizaron un cómico diálogo improvisado por Eastwood, que no quería leer un texto de presentación en una pantalla. “Ha estado muy bien charlar contigo”, le dijo Schifrin a Eastwood, a ver si le dejaba dar su discurso. Finalmente levantó la estatuilla y dijo: “Recibir este Oscar es la culminación de un sueño. Misión cumplida”.

El Oscar a la actriz Cicely Tyson, que va a cumplir 94 años, recordó a los presentes el camino recorrido por los actores negros en Hollywood. “Esta mujer empezó su carrera cunado a los negros no les dejaban entrar por la puerta delantera a los sitios”, dijo el actor Tyler Perry en la presentación. El premio fue entregado por Quincy Jones, que colocó a Tyson a la altura de pioneros como Harry Belafonte o Sidney Poitier.

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